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Cinco años de Don Quijote

Este blog, como su nombre indica, es el registro de un periplo personal, una bitácora.

Hace cinco años comencé una etapa diferente en mi vida, y me planteé llevar un registro. Precisamente porque se trata de un camino, todas las opiniones que vierto son provisionales, un intento de comprender y recapitular. También es un experimento literario. Algunas de las personas a las que me refiero son reales. Otras son en realidad una mezcla de referentes, de varias personas distintas que me permiten crear un arquetipo con el que dialogar. Es un poco como Pirandello y Unamuno.

Con ese velo puedo reconstruir mis momentos emocionales, aquello que me ha inspirado y preocupado durante estos cinco años y ponerlos en perspectiva. Creo que ha sido una experiencia muy bella, y la dejo aquí para disfrute de todos.

Hasta siempre.


jueves, febrero 22, 2007

Josep Puxeu Rocamora y el precio del tomate Raff

Llega la temporada del tomate Raf y su mayestática presenciaJosep Puxeu Rocamora parece justificar que otros tomates más plebeyos tengan precios insultantes. Pero es como si el tomate Raf arrastrara el precio de todo: Durante mucho tiempo nos hemos quejado de que los tomates de ahora, cultivados en masa y en invernaderos no sabían a nada , pero la producción por unidad de suelo en esta variedad es entre dos y cinco veces menor, de modo que la calidad hay que pagarla. Parece como si hubiera un movimiento general de reposicionamiento de las referencias de cambio de valor del sector agroalimentario con respecto a otros, piénsese en el del transporte por avión. Acabo de oír un programa de radio en el que se analizaba este particular. Porque parece que a los agricultores se les paga cada vez menos, y a los consumidores se les cobra cada vez más, de modo que la mayor parte del valor del producto se queda en manipulaciones a veces supérfluas del alimento (lavado, calibrado, empaquetado), en el sector del transporte, en los intermediarios y logística general, y en el minorista. En todas las escalas que efectúa el producto hemos de suponer que el estado se lleva un porcentaje vía impuestos, otro las tarjetas de crédito, otro las amortizaciones de capital prestado, las comisiones bancarias, los publicitarios, etc, etc...

De modo que para tener un tomate en la mesa, que es lo que realmente genera un bienestar en mi, es necesaria una complejísima cadena de intermediación, en la cual debe existir competencia y transparencia (según repetía machaconamente como única y sacrosanta receta universal el Secretario de Estado de Agricultura y Alimentación del gobierno socialista Josep Puxeu Rocamora) en todos y cada uno de sus innumerables eslabones.

-Por cierto, Puxeu significa "subid" en catalá, bonito apellido para controlar precios-

El anterior gobierno entendió el liberalismo como desregulación. Cuantos menos inspectores y jueces, mejor. Un laissez faire muy mal entendido, Así, de paso, si tenemos algún asuntillo, como los juzgados están colapsados y los inspectores abrumados de trabajo a lo mejor tenemos suerte y no nos trincan o prescribe la causa. Vamos, que transparencia también significa una inspección independiente y eficaz y una punibilidad para la infracción. La corrupción es un veneno económico y social que nos perjudica a todos y dada la naturaleza humana, surgirá en cuanto se desregule algo o o pueda quedar impune.

El actual bebe cloroformo en cuanto a ejecutividad y decide "no menear" las cosas. Esto es la eterna canción: en este puñetero bipartidismo nos toca elegir entre golfos o inútiles.

Al Señor Puxeu en un programa de radio (creo que punto radio) se le planteaba la necesidad de establecer una ley de márgenes para impedir abusos. El sacó el Samuelson (o la Riqueza de las Naciones, qué se Yo) e inmediatamente espetó aquello de la competencia y la transparencia y que afortunadamente no estabamos en la época de la autarquia y los fiolatos. Vamos, que para qué estudiar cinco años de economía, si en el fondo todo es repetir lo del primer año.

Me da la impresión de que a la economía le está pasando lo que a la escolástica. Que si te sales de uno de los pasos del método preestablecido, te espera un anatema y la pira pública para público escarmiento.

Yo, que soy "algo" comunista y marxista, aunque preciso que muy alejado de lo que es el comunismo burocrático y sin derechos humanos que hubo en la URSS o el comunismo de consignas y sentadas folclórico y totalmente insertado en la maquinaria de dominación del gran capital como es IU o cualquier partido de "izquierda" burguesa, como es especialmente el PSOE de Puxeu), voy a tener que defender el capitalismo. ¡Que tristes destinos nos toca asumir, carajo!

El problema es que da susto la complejidad, porque es compleja también de explicar y por tanto no va a tener ningún éxito en consejos de administración, de ministros, de elecciones o de cualquier otro grupo de toma de decisiones. Por pura pereza mental. Ahí va una explicación simplista de esas que tanto os gustan. Yo como profesor hago cincuenta explicaciones simplistas al día.

Un sistema capitalista maduro es como un ecosistema climático, como una selva tropical. La energía es limitada y se aprovecha todo lo eficientemente que se puede. A veces no se puede más porque la naturaleza es funcionaria: puede que un sistema pueda tener un diseño alternativo, pero llegar hasta el ha costado un enorme capital en forma de tiempo evolutivo, así que tiramos con el mientras funcione y las ineficiencias se aprovechan en forma de oportunidades, de modo que a medida que madura el bosque tropical, por ejemplo, van apareciendo especies que representan sistemas y subsistemas de la cadena global de circulación de energía, es decir, aumenta la biodiversidad hasta que llega un punto máximo para las condiciones locales llamado "Clímax". En ese punto, prácticamente no existe crecimiento significativo en el sentido que aumenta la biomasa en una tasa equivalente a la que desaparece por "respiración". Por tanto, no hay nada menos productivo que una selva tropical en términos ecológicos, puesto que en una situación ideal, no se generan excedentes y todo lo que hay en el sistema es necesario intrínsecamente para el sistema.

En otras palabras, en los términos en los que se enuncia actualmente, el PIB es una medida de la "biodiversidad" de una economía, al valorar el conjunto de bienes y servicios que se producen. Así mismo, la intermediación sería necesaria para generar diversas calidades y una oferta más variada para el consumidor. Es como una inversión de energía (capital) para que las cosas sean menos uniformes. Es decir, que todos esos mangantes de intermediarios, en lugar de sacar patatas engordan el sector terciario (servicios) para que tengamos una gran variedad de patatas con muchos precios distintos, puesto que al existir muchos operadores compitiendo, al final surgen al azar multitud de productos (especies) de los cuales unos perecen y otros triunfan y en una coyuntura de mercado maduro, lo harán aquellos que mejor correspondan a la estructura de su "nicho" o "estrato".

¡Ja! Vamos a traducir: Los intermediarios trabajan para que haya clases sociales. Si yo tengo pelas, elegiré calidad extra brut, si tengo pelas y soy un snob, elegiré horteradas carísmas, si no tengo pelas, miraré la calidad-precio y si soy un analfabeto y no tengo pelas, estoy listo.

Aunque por otra parte, la transparencia funciona contra la existencia de clases: si... todo el mundo supiera... si la información llegara a todo el mundo por igual... Vamos, si todo el mundo tuviera mucho tiempo para acceder a toda la información, la formación académica necesaria para analizarla y una capacidad igualmete ilimitada de acceso a los mercados, todo iría bien. O sea, que en este mercado, lo único bien surtido es las contradicciones.

Segunda traducción a Puxeu: Que no van a hacer nada. Que las plusvalías que se generan están muy bien para que se acumulen capitales y se invierta (supongo que en España está claro que invertiremos en formación, cualificación profesional y alta tecnología, ¿o alguien acaso lo duda?) Además, segun dice puxeu (me recuerda a cuando Álvarez Cascos decía que si subía la vivienda era porque teníamos dinero) vamos sobraos. En Marruecos invierten el 50% de la renta en alimentación, y nosotros solo el 20%.

Señor Puxeu: para esto, podría ahorrarse el erario publico su cargo: un solo secretario poco operativo y burocrático podría englobar varios departamentos. Acumular papeles no necesita muchos ejecutivos.

Se necesita presionar e investigar sectores en los que se está produciendo una manifesta colusión de mercado, como el de la energía o la distribución. Y una forma de presionarlos es: o competís e invertís en sectores punteros de una puñetera vez, o regulo los precios. Porque para esta ficción de capitalismo, los beneficios se los lleva la sociedad para cosas que la sociedad necesita. Y no para tanto gigoló/meretriz,vicio, equipo de fútbol y demás.

Y si una sociedad con poco hábito no genera una actividad, porque no cuenta con capitales, o con voluntad de los mismos para hacerlo, lo han de emprender las administraciones públicas, al menos hasta que lo pueda asumir las privadas. Que es, por otra parte el modo en que muchos países, entre ellos el nuestro, se han desarrollado y cuentan con grandes infraestructuras.

Presión, señor Puxeu. Presión.

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