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Cinco años de Don Quijote

Este blog, como su nombre indica, es el registro de un periplo personal, una bitácora.

Hace cinco años comencé una etapa diferente en mi vida, y me planteé llevar un registro. Precisamente porque se trata de un camino, todas las opiniones que vierto son provisionales, un intento de comprender y recapitular. También es un experimento literario. Algunas de las personas a las que me refiero son reales. Otras son en realidad una mezcla de referentes, de varias personas distintas que me permiten crear un arquetipo con el que dialogar. Es un poco como Pirandello y Unamuno.

Con ese velo puedo reconstruir mis momentos emocionales, aquello que me ha inspirado y preocupado durante estos cinco años y ponerlos en perspectiva. Creo que ha sido una experiencia muy bella, y la dejo aquí para disfrute de todos.

Hasta siempre.


lunes, febrero 09, 2009

Pride



Mi querida, y aunque ahora no podría decir tanto, añorada Tristram Shandy:
Aunque parece que muchas de las entradas de este blog se refieren a tí, y ciertamente cuesta creer lo contrario, te aseguro que la única que te he dedicado es la presente. Y debía titularla orgullo, no podría ser de otro modo. ¡Ah! Que sepas que, hablando de dedicatorias, camuflado bajo el nombre de la novela de Sterne te dediqué mi tesina. Supongo que en coherencia, también debería dedicarte la tesis. Haré un esfuerzo.

Aún conservo un libro que me prestaste para que te lo devolviera una vez leído. Catorce años después acabo de entender el mensaje, y lo justo es que cumpla mi parte del trato. Y si: tal y como esperabas, me ha protegido. Te ruego que lo recibas sin preguntas. En su interior hay un mapa de todos mis viajes que me sirve de guía de lectura.

No hagas caso de los cánticos estúpidos de Chema. Bueno, ya sé que te reíste. A veces tenemos que tolerarlo. No me llevé lo mejor de tu vida, en realidad, siempre te llevé conmigo. No te he devaluado ni por un instante, ni por un minuto. Y si ahora siento algo, es un inmenso orgullo.

Fuimos dos jovencitos tremendamente egoístas y ambiciosos. Creo que también algo tramposos. Fue muy duro seguirte el ritmo, y al tiempo hacer mi propio camino. Fue casi suicida.

Ahora estoy también sientiendo orgullo de quien soy, y hasta cierto punto, me siento redimido. Todo fue para bien. Te diré que intento comportarme con la máxima integridad en un mundo con más ángulos de los que yo pueda contar. Pero en algo en concreto, algo que algún día te contaré, creo que serías tú la que te sentirías orgullosa de mi.

Aún te imagino con aquel peto jeans, con el sombrero que te regalé, paseando al sol del verano entre los árboles del Sotillo. Y por fin sonrío.

Queridísima, aunque ahora no tan añorada Tristram Shandy: Una sonrisa lo es todo, de ninguna manera un abrazo. Mi sonrisa ahora tiene escrita la palabra orgullo. Orgullo por ti.