Pobre bichejo al borde del colapso por hastío, pidiendo el tiro de gracia o irse de copas con los murciélagos de la zoologa judía Dara Orbach. Créditos, aquí.
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Me temo que hoy toca usurparle el tema a
fosacomun, esta vez con otro estudio cachondo donde los haya. Por cierto, sigo afirmando que este blog no va de ciencia ni wikipedia y se abandera con el chusmerío y el chismorreo.
¿Te aburres mortalmente? Pues nada, siempre se puede pasar un buen rato dilapidando fondos de aquellos que tienen el dinero aburrido para hacer un estudio como este: «
Bored to death?»
Annie Britton,
Martin J Shipley, International Journal of Epidemiology, doi:10.1093/ije/dyp404 publicado en febrero de 2010. Se concluye que el aburrimiento es un considerable factor de letalidad.
Vamos a ver cómo se diseña un estudio de estos: primero, hay que buscar una fuente abundante de elementos aburridos. Y ¿donde encontrarla? ¡si! en los funcionarios. Se midió el nivel de aburrimiento de ni más ni menos que 7500 funcionarios en edad de merecer que obviamente desconocían la página de dodo, por ejemplo.
Oh, sorpresa: parece que hay un diferencial importante de aburrimiento por género, concretamente la diferencia es de 2/1 a favor de las féminas. Y finalmente: si llevas una vida soporífera, la probabilidad de que palmes aumenta en un 37%.
¿Leer a Marcel Proust es suicida? ¿Se deben poner anuncio de advertencia de las autoridades sanitarias antes de proyectar
Sacrificio, de Andrei Tarkovsky? ¿Acabar con tu profesor de cálculo de estructuras podría considerarse defensa propia?
No. Por ejemplo, el aburridísimo Heidegger consideraba que esta condición estaba ligada a la esperanza (o a la espera, según se traduzca). Y por otra parte, gracias a Vodanovich dispondremos de un
aburridómetro para controlar el nivel de exposición. Un gran amigo mío, Hipólito, consideró siempre el "aburrimiento en soledad" como un derecho, y la resistencia al mismo como una virtud entrenable y útil.
Tambien existen estudios sobre cuanta cantidad de aburrimiento es tolerable, vaya a saber para qué:
Mansur Zaskar, un paciente de estudio, sufrió daños neurológicos por exceso de aburrimiento que le condujeron a un intento de suicidio. Seguro que en Guantánamo han tomado buena nota.
En fin, espero no haber perjudicado irreversiblemente a nadie con este post...