Tengo una inmensa curiosidad por saber qué es lo que induce las más extremas manifestaciones de violencia en la tierra que voy a visitar este verano.
Lo cierto es que me había dejado a Napoleón en el tintero. El asedio de Jaffa fue una muestra de crueldad por ambos contendientes. En venganza por la tortura y la muerte de los emisarios Franceses a los sitiados, Napoleón permitió el saqueo, la violación y la matanza de sus habitantes, en el más puro estilo de la primera cruzada. Parte de los soldados napoleónicos heridos fueron atendidos en el monasterio "Stella Maris" de Haifa, y tras la retirada de Napoleón a Egipto fueron igualmente masacrados por las tropas otomanas.
La verdad es que la exterminación genocida de la población de una ciudad asediada sin discriminación de sexo, edad o religión parece tristemente una usanza local desde tiempos de Josué:
Entonces Yahweh dijo a Moisés: No le tengas miedo, porque en tu mano lo he entregado, a él y a todo su pueblo, y a su tierra; y harás de él como hiciste de Sehón rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón. E hirieron a él y a sus hijos, y a toda su gente, sin que le quedara uno, y se apoderaron de su tierra.
Números 21, 34-35
Bueno, en fin: que si, tronco, que si. Que me voy a poner a hacer entradas de medicina de ahora en adelante, pero me quedaba éste para acabar la serie.
Te dedico este agnus dei, nuestra stella maris. Eres lo mejor que nos ha pasado a todos. Un abrazo.