Y puesto que no veo más que moscas negras anónimas, ha llegado el momento de ventilar esto y advertir a los dípteros que se va a proceder a la desinsectación a partir de este post.
...Había allí sillares
y en el aire que los rodeaba estaba ya el ritmo
de una construcción, casi irresistible;
tú andabas por entre ellos y no veías su orden,
el uno te tapaba al otro; cada uno de ellos
te parecía haber echado raíces cuando al pasar
junto a él intentabas, sin mucha confianza,
levantarlo. Y los levantaste todos
en tu desesperación, pero sólo para
devolverlos a la abierta cantera
en la que, dilatados por tu corazón,
ya no encajaban. Si hubiera una mujer
colocado su ligera mano sobre el comienzo
aún frágil de esa ira; si alguien
que estuviera ocupado, ocupado en lo más íntimo,
se hubiera encontrado contigo en silencio, cuando salías mudo
a cometer la acción...; sí, si almenos tu camino
te hubiera hecho pasar frente a un taller despierto
donde los hombres martillearan, donde el día simplemente
se realizara; si en tu mirada repleta
hubiera habido al menos espacio para que penetrara
la imagen de un escarabajo en pleno esfuerzo:
entonces de pronto, por una clara comprensión,
habrías leído la escritura cuyos signos
grabaste lentamente en ti desde tu infancia,
intentando de vez en cuando ver si con ella
se formaba una frase, ay, que te pareciera sin sentido.
No es necesario consignar el autor de este poema. Todos lo somos un poco.
4 comentarios:
El buen sentido apela al sentimiento, su oráculo interior, rompiendo con cuantos no coinciden con él; no tiene más remedio que declarar que no tiene ya nada más que decir a quien no encuentre y sienta en sí mismo lo que encuentra y siente él: en otras palabras, pisotea la raíz de la humanidad. Pues la naturaleza de ésta reside en tender apremiantemente hacia el acuerdo con los otros y su existencia se halla solamente en la comunidad de las conciencias llevada a cabo. Y lo antihumano, lo animal, consiste en querer mantenerse en el terreno del sentimiento y comunicarse solamente por medio de éste”.
Hegel. Fenomenología del Espíritu
Que nadie se apresure a darse por aludido por favor por la cita anterior. La encontré casualmente y no se por qué pensé que podía tener encaje en todo este barullo en el que se ha convertido el blog de Gustavo estos días.
No entro al fondo de las discusiones, no tengo elementos suficientes de juicio. En cuanto a Gustavo, no puedo ser neutral, es amigo, y buen amigo. Parece que tendió la mano para resolver no entiendo qué viejas diferencias. Obtuvo indiferencia y guasa. suele pasar, va en la naturaleza humana. En cuanto a Igor y Dodo, mis respetos, vuestras contestaciones son tal vez ásperas en la forma, allá cada cual con su estilo. Yo no soy quien para recomendar a nadie el modo en el que quiere expresarse. Pero insisto mis respetos puesto que hablan en cuanto personas identificadas con su alias.(yo sigo prefiriendo un nombre y un apellido, pero supongo que es anticuado)
En cuanto al resto: nadie es nadie. el anonimato se justifica por la modestia, o por la conveniencia en circunstancias extraordinarias como las persecuciones políticas. En el resto de los casos es siniestro y mezquino. Y todo el ingenio dudoso de sus puyas no mitigan su sordidez.
¿Sabes, Pablo? Acertaste.
Este poema es para alguien que tu y yo conocimos y quisimos. Alguien que hasta el último momento de su vida se mantuvo fiel a si mismo, brillante y generoso.
Este invierno me acercaré a su tumba, le soltaré algún reproche, de esos que jamás le hice en vida. Y sabrá que no le hemos olvidado.
Por "artista malo" me refería a determinado individuo que tuvimos que aguantar hace muchos años y que pensaba que el arte, en lugar de reflexión, era "ir de tripy". Responde a la inicial de "M".
:)
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