Este tema ya se ha vuelto tópico, casi parece hasta ñoño. Pero en el balance del verano forma parte de lo mejor que he vivido.
Quedan muy pocos días para retornar a Alicante, y me cuesta mucho, de modo que tal vez sea una buena idea hacer un balance de lo positivo de este largo "veranito ahead".
La expresión viene de mi amigo Victor, con el que de una visita entrañable a Grecia. Como muchos otros contribuímos a sostener nuestra carrera trabajando en verano. Me consta que lee este blog y podría animarse a enviar un comentario.
He visto progresar a mi sobrinito a velocidades desconcertantes. He establecido un vínculo único con el, y sé que de ahora en adelante me asociará a la risa y al juego. Tal vez el miedo que tenemos mi familia y yo es que una inteligencia muy descollante con frecuencia lleva a la incomunicación y la infelicidad. Pero no parece ser el caso: es muy sociable y se sabe el nombre de sus amiguitos de juego, mayormente con la pelota. Me voy a morir de añoranza cuando me vaya.
También estuvo Polonia. Qué puedo decir... una inmensa cantidad de información difícil de asimilar. La culminación de un año, el contraste de observaciones y la sensación de que me había metido en otro nivel y era el más pequeño y humilde de todos, como cuando fui a Valladolid II. Y eso me hacía sentir bien. Ayudó a mantenerme calladito y atento la falta de sueño.
Luego, como no, Chris. Su nívea blancura, sus conflictos e ilusiones, y su gravísimo error de enseñarme todos los tacos en finés, que por lo visto rivalizan en número con los del español. Recitar el cantar de Mio Cid de memoria y algunos pasajes en griego antiguo. Y revivir ciertas deliciosas tensiones en medio de la crisis de la cuarentena.
Don William Wallace Wyatt, que así se llamaba en realidad como atestigua su carnet de conducir. Escuchar el tema que ilustra este blog en un viejo piano desafinado entre sangrías y la poesía de Lorca, y encontrar un profundo acuerdo en nuestras ideas de hacia donde deben encaminarse Wikimedia y los proyectos.
La selección española y esa impagable sensación de estarle hablando de tu a tu a los brasileños mientras sosteníamos una cristalina cerveza polaca.
Rafa y su gaita. Las lecturas recomendadas por Javi del Burgo. Las conversaciones delirantes con el pobre Jose, que aún luchaba, en tono de púlpito, por la revolución.
Las tardes de Jazz en el Clan mientras su dueño me dejaba disfrutar de la soledad.
Las conversaciones con Carmelo, con Toño, con Roci...
La semana escasa que pude estar con Carmen, las conversaciones telefónicas con ese adorable compañero de wikipedia. Calzada, Fabián, los caballos, la guitarra de Luis, la guitarra de Jaime. El museo diocesano, Pablo y su necesaria interpelación...
Me llevo todo eso. Ni más ni menos que eso de este "veranito ahead".
sábado, agosto 28, 2010
Lo mejor del verano
Publicado por Gustavocarra en 6:22 p. m.
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1 comentario:
Bye-bye Alicante. Voto por Zamora como próximo destino, es una de mis ciudades favoritas. Ud, que es castellano, la sabrá disfrutar.
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