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Cinco años de Don Quijote

Este blog, como su nombre indica, es el registro de un periplo personal, una bitácora.

Hace cinco años comencé una etapa diferente en mi vida, y me planteé llevar un registro. Precisamente porque se trata de un camino, todas las opiniones que vierto son provisionales, un intento de comprender y recapitular. También es un experimento literario. Algunas de las personas a las que me refiero son reales. Otras son en realidad una mezcla de referentes, de varias personas distintas que me permiten crear un arquetipo con el que dialogar. Es un poco como Pirandello y Unamuno.

Con ese velo puedo reconstruir mis momentos emocionales, aquello que me ha inspirado y preocupado durante estos cinco años y ponerlos en perspectiva. Creo que ha sido una experiencia muy bella, y la dejo aquí para disfrute de todos.

Hasta siempre.


jueves, agosto 26, 2010

Cefaleas divinas

"Entre una aspirina y dios, me quedo con una aspirina"
María Blasco




Que nadie se asuste: estos cuatro compañeros me advirtieron que no conviene pagar con los alumnos el estrés postvacacional. El caso es que dios es fuente de tremendas cefalalgias. Recuerdo que hace dos años comencé la redacción del artículo Telosoma. Poco después me fui a Cambridge y a Oxford. En este último lugar visité a un grandísimo investigador y amigo, también de Alicante, como María Blasco. En un momento dado realicé alguna crítica al último trabajo de Marieta, ante lo que recibí las protestas de mi amigo al grito de "María es una crack". Era verdad, pero a mi sus trabajos en xeroderma pigmentosum de ratón me parecían desencaminados. Sin embargo, los actuales sobre Telosoma y TERRA me parecen portentosos. Por aquellos entonces no dejamos de comentar que a veces los científicos realizan investigaciones "para despistar", aunque ignoro si este es el caso. Pero lo cierto es que existían otros equipos trabajando en cosas parecidas.

Concretamente mi objeción fue que los trabajos de María me parecían "poco limpios", con lo que quería decir que no se cubrían todos los aspectos y variables que rodeaban al experimento. Para compensarle, le dije que le iba a contar cual era mi objetivo, a cambio, eso si, que me acompañara a las puertas de su institución para echarme un cigarrete. Fue cuando le conté mi historia sobre la posibilidad de interacciones de proteínas sin contacto. Cundió hasta la una de la mañana.

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