El concierto no estuvo mal: unas partes más inspiradas que otras, y sobre todo me encantó el intermezzo y la danza finale de la Suite para cello solo de Gaspar Cassadó, para quien no le conozca, un protegido de Pau Casals.
No le va mal a mi amiga. Tiene un poquito de miedo. Últimamente mis amigas andan con miedo de amores, por sus amores recientes. Y yo le dije la verdad, que tras 18 años mi corazón es completamente libre. Y que me siento muy bien. Y que tal vez por eso ando combatiendo otros miedos distintos. Tal vez los miedos de los demás.
No voy a ocultarlo: Durante los cafeses de la tarde, como siempre a las five 0'clock, le conté todos a cerca de mis tejemanejes con Wikipedia y wikimedia, y los roces con cierto personaje de ese mundillo. Medio en bromas me susurró: "Pudimos con Bush, podremos con ése. Símplemente di NO a la guerra".
Sabía que aquellas palabras acabarían en mi blog. Aunque sólo sea para que la gente se haga idea de la inteligencia y la ternura de quien me acompaña... desde hace tanto tiempo. Pero creo que ando bastante distante de esas preocupaciones y no necesito ninguna recomendación.
Estoy bien. Damián Martinez fue también alumno de Rostropovich por recomendación de la Reina Sofía. De modo que si hemos puesto al alumno, es de justicia que salga el maestro tocando exactamente la misma pieza. Aquí va:
Por cierto: para mi gusto, el alumno debería volver en septiembre. Eso si, siempre puede decir que el profesor es muy exigente. Es lo que tienen los recomendados...
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