Editors, claro que si.
A veces te decepcionas. Con la de meandros que tiene que hacer uno para que no le lleven al huerto. De verdad, estoy cansado y decepcionadísimo. ¿Cómo sucede siempre que una persona realmente brillante, acabe malbaratándose a cuatro miserias? ¿Tanto nos necesitamos los unos a los otros? ¿Tanto apego a los pañales? ¿Para qué leches nos sirve tanta cultura, para hacerse un traje con ella o para vivirla? ¡Ay, Hipatia mía! ¿Dónde estas? ¿Dónde la revolución de las errantes? ¿Tal vez has cambiado de sexo, como Orlando?
Siento sólo tristeza y compasión. Pero ya vi el cáncer de la idiocia hace tiempo, y está en un estadio muy avanzado... No culpo a nadie.
No todos tienen la valentía que yo: soportar el dolor, disimular, para no venderse ni a cristo. Y mucho menos al miserable diablo.
Da rabia, oye... Siempre es igual.
miércoles, octubre 14, 2009
Orlando piensa por si mismo
Publicado por Gustavocarra en 5:06 p. m.
Etiquetas: Orlando furioso, Tasaciones
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