Hipatia de Alejandría en un fresco de la época.
Se parece tanto a mi madre cuando era joven...
¿verdad, Carmen?
Mi primer contacto con Hipatia fue de manos del insuperable Jose María Menéndez López, mejor conocido como "Micer Nicolás de la Cheminci", en sus vidas ejemplares "femeniles" de la revista "Campus" de León. Echo mucho de menos aquella soberbia prosa, soberbia en todos los sentidos. Me quedé prendado de Hipatia. He vivido toda mi vida con Hipatia. Aprendí el duro y difícil arte de conocerla y amarla, y ya casi estoy listo. Hipatia estuvo en uno de los temas de exposición de mi oposición. Ha estado todos los años en mis clases. Ha estado siempre conmigo... Y ahora viene ese Amenábar para banalizárnosla con una película infumable... Lo siento, pero así me lo parece. No me gusta compartirla. Nada de nada. Por culpa de la peli, ahora es de todos, pero antes, sólo lo era de mi intimidad.
Rafa... Sólo estoy cambiando de piel. Sé que te dicen que estoy mal. Seguro que Coco te dio noticias. Que estoy muy hundido. Bueno, sólo fue después de la primera semana de agosto. En realidad, como te digo, sólo es una ecdisis. Aún no sé muy bien por donde tirar y me siento perdido y a veces un poco solo. Pero no podía continuar como hasta ahora. Y me tuve que distanciar de algunas personas, y no del todo: sólo lo justo. Sólo lo necesario. Pero si que estoy muy deprimido. Aunque trato de animarme todo lo que puedo.
Lo conseguiré. Me gustaría que tu estuvieras en el nuevo esquema, porque tu también quieres. No sé como conseguirlo, pero mis visitas a Palencia serán más plenas, más enriquecedoras. Y desde luego, los cainitas, los quiero-y-no-puedo, los que tras cincuenta y tantos tacos no han cambiado, están fuera, fuera del todo. Y habrá que ir más por Valladolid.
En fin, Rafa, este otoño toca mutilarse y despojarse del peso muerto. Duele horrores. Ahora me acuerdo de alguno de tus consejos, y me iluminan. Me temo que no me quedará más remedio que ponerlos en breve en práctica. Y eso si que me duele. Me destroza... Rafa. Porque está en la práctica mendicidad, y bloquea toda posibilidad de que la ayudemos... Lo sé, no es culpa mía, sé que no debo culparme. Y también sé que sólo me curaré cuando me marche de Alicante. Debería, por ello, prestarte juramento de que este es mi último maldito año aquí.
Rafa, que más decirte... Un gran, gran abrazo.
Y por último: este vídeo es para Maika. Espero que me busque estas navidades como sea, porque hace siglos que no nos vemos y tenemos mucho, muchísimo que contarnos. Y necesito otra vez a mi maestra... Es posible que jamás lo consiga sin tu apoyo... Esta era nuestra canción: se la dejo en un rinconcito pequeño pequeño...
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