Hoy, sosteniendo en brazos a mi sobrinito y junto a mi madre, hemos visto desde mi habitación llegar el tren con los Reyes Magos. Aunque mis hermanos suelen regalarme ropa en estas fechas que luego se convierte en mi favorita, mi último regalo de reyes, el último de todos, fue en 1993. Por regalo de reyes entiendo algo que te proporciona una inmensa ilusión y acaba siendo determinante en tu vida. Un regalo que incluso en el deterioro te abre la entraña.
El regalo del día de Reyes de 1993 fue uno que jamás se podrá volver a repetir y duele sólo de pensarlo. Aún me acuerdo como que fuera hoy. Recuerdo tu postura, tu tono de voz...
-Estoy pillada, me dijiste. Y luego vino una absurda confirmación de tu sentimiento por observaciones de tus amigas. Bastaba ver tu cara para creerlo. Y luego llegaron los besos, los mejores besos de la historia. Mucho tiempo después aún te acordabas de mi comentando "besa sorprendentemente bien".
Podría decir que me costó, que sufrí hasta ese momento, pero lo cierto es que llegué a él con una absoluta seguridad en mi mismo. Después de que ingenuamente, saliendo de aquella reunión, a la pregunta: ¿quieres salir conmigo? contestaras ¡No! ¿Te lo escribo en letras góticas?
Aunque no existe razón para ello, hoy lloré recordando la frescura de aquel momento, la imposibilidad de repetirlo, aunque creo que estoy de acuerdo en que lo que tenemos ahora es mejor que lo que tuvimos. Pero ya no sé si esas palabras significan algo.
Rafa
Cuando dejé a Lucien leGrey a las puertas de la Tertulia, me encontré con Rafa Sotoca. Nos fuimos al época y viví una de las escenas más entrañables. Mientras Rafa se acercaba a por las consumiciones, su compañera, una gran persona, me dijo que tenía que darme una noticia. Pero dudando del grado de intimidad que hay entre Rafa y Yo, me prueguntó ¿éste te lo ha dicho? Le devolví una mirada perpleja, a la que respondió tamborileando su vientre. Entonces salté de mi asiento para darle dos besos. Sé que va a ser un padre mucho más que excelente.
La paternidad estabiliza. Te llena de oxitocina y proyecta los pensamientos de una manera más equilibrada. Lo experimento cuando estoy con mi sobrinito (y mi sobrinita). Aurora me ha hecho un análisis ad-hoc y gratuíto, y ha dado en el clavo: creo que le grité: ¡jopé, no se te escapa nada!
Ciertamente, muchas de las fobias y angustias que vivo son producto de la soledad. Y por ello es preciso volver a Palencia.
Tris
Y hablando de soledad, debo hablar de Tris. De todo lo que se merece. De lo buena persona que es. Y de que cumplimos la promesa de cantar juntos, aunque brevemente, porque me dejaste sin aliento cantando el "negra sombra". Me hiciste estremecer, tris. Y luego cenando juntos, supimos reirnos de nuestra "negra sombra" a carcajada limpia. ¿Sabes? Lo que tengo ahora, es mejor que lo que tenía antes. Sin duda. Porque es cristalino y limpio. Pero ahora me voy al abismo de la negrura y la obsesión.
Negra sombra
Cando penso que te fuches,
negra sombra que me asombras,
ó pé dos meus cabezales
tornas facéndome mofa.
Cando maxino que es ida,
no mesmo sol te me amostras,
i eres a estrela que brila,
i eres o vento que zoa.
Si cantan, es ti que cantas,
si choran, es ti que choras,
i es o marmurio do río
i es a noite i es a aurora.
En todo estás e ti es todo,
pra min i en min mesma moras,
nin me abandonarás nunca,
sombra que sempre me asombras
Alicante
En honor a ti, tris... Me hubiera gustado que todo el mundo te hubiera visto, lo profundamente bella y seductora que eres... Que te hubiera visto Lucien. Digo que en honor a ti no voy a mirar hoy el correo electrónico. En Alicante... me gustaría decir que tengo alguna esperanza, pero afirmándome en el principio de realidad, diré que... bueno, bueno, mejor no digo nada. Tal vez lo mejor es que pase el tiempo rápido hasta semana santa. Recuerdo tu carita cuando creíste que dije que a lo mejor no volvía en Semana Santa...
Te echo horripilantemente de menos, tris. Estoy desolado. Estoy hecho polvo.
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