Pero hablando de singularidades, PLoS ONE publica hoy un trabajo que seguramente ameritará un puesto en la próxima edición de los IgNobel. Su título es: « Drinking and Flying: Does Alcohol Consumption Affect the Flight and Echolocation Performance of Phyllostomid Bats? » El trabajo elige varias especies de murciélagos del nuevo mundo, los divide en los clásicos grupos de casos y controles. Luego se les suelta en una especie de murcielagódromo y se ve si el bichito al que previamente se ha azufrado a base de espirituosas, va haciendo eses mientras vuela. Me recuerda a un experimento de juventud en el que sometí a varios patitos a una dieta de miga de pan con ginebra para comprobar si la vitamina B podía rescatarles de su considerable tajada.
En fin, la conclusión es que los murciélagos filostómidos resisten bastante el alcohol, o sea, que tienen aguante y te tumbarían si te los llevaras de copas. Esto es porque son frugívoros y en ocasiones ingieren fruta o néctares fermentados en cantidades suficientes para la embriaguez. Gran revelación para la ciencia, si señor, que a demás, subtitula con "ninguna hembra embarazada o lactante ha sido utilizada en éste experimento" XDD. Por cierto, viendo los estudios que se hacen en Canadá, da la sensación de que en I+D+I los canadienses disponen de pasta como para tirarla. No como aquí.
Nota actualización: Mi amigo Javi me acaba de hacer una interesante observación: El trabajo explica definitivamente porqué los murciélagos son de vida nocturna: La respuesta es porque les gusta salir de copas y luego se quedan toda la mañana durmiendo. Como tienen una resaca de pánico y la luz les molesta, se meten en las cuevas... No, si este trabajo lo esclarece todo... Una mina, oye.
2 comentarios:
Ji... Será Van Helsing... XD
Jaja, vaya gazapo. Debí confundirme porque Van Helmont era químico. Gracias, ya está corregido. :)
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