Fue sin duda dejarte abrumar por el amontonamiento de letras y la pereza por leer y entender, porque no recuerdo haber escrito algo más sensato en toda mi vida. Y dado tu nivel, no hay justificación posible para tal negligencia.
Porque hay cosas que de ninguna manera tenemos la obligación de aguantar. Existen siempre otras vías antes que soportar humillaciones. Nos debemos un respeto a nosotros mismos.
Y es que cuando se trata de defender mi dignidad, soy un león. Y te hago un flaco favor dejando que puedas pasar por encima de esto. En todo debe existir un equilibrio. No consiento ni consentiré jamás ser condicionado ni dominado por nadie, en la misma medida que yo tampoco deseo la dominación sobre nadie.
Pero es difícil pasarse más de un año intentando por todas las formas posibles que otra persona comprenda que sólo quieres ser su amigo y nada más. Y que no haya manera humana de que lo acepte, ni de que se haga a la idea y actúe en consecuencia. Que transforme todo a su alrededor de manera paranoica como si se tratara de otra cosa. Y que eso te condicione todo, incluso la posibilidad de hacer grandes cosas.
Si, es cierto: el problema es cómo somos. El problema es el esnobismo, la teatralidad. Y también el problema es ser o no ser un idiota total y no darse cuenta del daño gratuito y absurdo que se hace, sólo para mantener el tono solemne del trago, y por tanto, sin provecho alguno para uno mismo. Y que no exista forma de contrarrestarlo. Que a la décima vez que te solicitan, que te esfuerzas, y no ves más que contradicción, justificación de esquemas muy primarios, bandazos mentales según la hora del día y falta de madurez, dices:
¡Basta! ¡Quiero ser libre y feliz! ¡Vete a la mierda!
El problema es cómo somos, sin atributos a priori, A la Ulrich. Y por ello, la peor idea de tu vida fue dejarte llevar, enviar aquel mensaje y perderte todo lo que te vas a perder por su culpa.
Pero ya es hora de que aprendas que somos mayorcitos, y nuestros actos tienen consecuencias de las que nos debemos responsabilizar. En este caso, la consecuencia es perderme.
Actualización: Leo y releo mi último mensaje. Me parece de una gran lucidez y dulzura. Me sorprendo incluso de momentos geniales. Me da mucha emoción. Y me llena de abatimiento. Lo dijiste a principio de año y se convirtió en una autoprofeciá: no has estado a la altura. Pero eso me deja con una tristeza inconsolable...
jueves, noviembre 26, 2009
La peor idea de tu vida
Publicado por Gustavocarra en 11:03 a. m.
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