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Cinco años de Don Quijote

Este blog, como su nombre indica, es el registro de un periplo personal, una bitácora.

Hace cinco años comencé una etapa diferente en mi vida, y me planteé llevar un registro. Precisamente porque se trata de un camino, todas las opiniones que vierto son provisionales, un intento de comprender y recapitular. También es un experimento literario. Algunas de las personas a las que me refiero son reales. Otras son en realidad una mezcla de referentes, de varias personas distintas que me permiten crear un arquetipo con el que dialogar. Es un poco como Pirandello y Unamuno.

Con ese velo puedo reconstruir mis momentos emocionales, aquello que me ha inspirado y preocupado durante estos cinco años y ponerlos en perspectiva. Creo que ha sido una experiencia muy bella, y la dejo aquí para disfrute de todos.

Hasta siempre.


martes, junio 28, 2011

¿Cómo estas?

La fotografía de la izquierda es de Alfonso Benayas.

Hace dos días recibí una llamada. Comenzó por ¿cómo estas? Supongo que en aquel momento me pilló un poco de sopetón, así que, amigo mío, es hora de contestarte.

Jodido, muy jodido, amigo mío. Esta noche no me he dormido y el estómago no me deja en paz. Hoy cumplo 41 años. Nada avanza y estoy cansado. Intento aparentar un poco de optimismo, pero lo cierto es que en mi fuero interno, he tirado la toalla y veo transcurrir la vida con cierta indolencia.

Por una parte, me la han vuelto a jugar: la factura de la luz de 43 euros era en realidad de 287. No hay manera de resolver ese problema a corto plazo.

Por otra parte, los imbéciles de siempre siguen siendo los imbéciles de siempre.

La universidad española sigue siendo tan lamentable como siempre. Sobre nuestro negocio se ha cebado la postración y la enfermedad.

Y aunque se atisba en el horizonte voluntad de concederme algo de normalidad, ahora la culpa es mía. No me siento preparado.

En realidad necesito un poco de tiempo y dosificarme. Dormir, leer...

No quiero decepcionarte.

En otras latitudes, mantienen el tono brillante e independiente que me hace sonreir y enorgullecerme. Al menos hay algún recuerdo hermoso que me sostiene.

Hoy abriré una botella de pesquera para regar algo de queso de Baltanás y una excelente cecina de Villarramiel que compartiré con mis amigos. Me pasaré un poquito por la Uni para recoger bibliografía, llamaré a mi familia, procrastinaré para empaquetar mis cosas...

Y en algún momento me guardaré para notarme solo y cansado, y buscaré algo de esperanza para seguir adelante y estar a la altura de algunos ejemplos.

Eso es todo.

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