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Cinco años de Don Quijote

Este blog, como su nombre indica, es el registro de un periplo personal, una bitácora.

Hace cinco años comencé una etapa diferente en mi vida, y me planteé llevar un registro. Precisamente porque se trata de un camino, todas las opiniones que vierto son provisionales, un intento de comprender y recapitular. También es un experimento literario. Algunas de las personas a las que me refiero son reales. Otras son en realidad una mezcla de referentes, de varias personas distintas que me permiten crear un arquetipo con el que dialogar. Es un poco como Pirandello y Unamuno.

Con ese velo puedo reconstruir mis momentos emocionales, aquello que me ha inspirado y preocupado durante estos cinco años y ponerlos en perspectiva. Creo que ha sido una experiencia muy bella, y la dejo aquí para disfrute de todos.

Hasta siempre.


sábado, julio 03, 2010

Los universitarios somos "bichos raros"

En Salamanca circulaba la leyenda de que la facultad de bellas artes estaba al lado de la de psicología porque en el ranking de trastornados estas dos facultades estaban respectivamente en el segundo y primer puesto, aunque disputado con filosofía. La broma continuaba con otros rankings gamberros (y machistas), como el de la facultad de chicas más fáciles de ligar. De hecho, se decía que por muy mal que se te diera la noche, siempre te quedaba una fea de psicología. Y también que los psicólogos aprovechaban para hacer experimentos con los de bellas artes.

Bromas a parte, un reciente estudio publicado en la revista Nature, que tiene el curioso título: "La mayor parte de las personas no son bichos raros" (WEIRD, juego de palabras entre weird, bicho raro y el acrónimo WEIRD, Western, Educated, Industrialized, Rich, y Democratic. En este título se concluye que las observaciones salmantinas no estaban del todo desencaminadas, y que es probable que muchos estudios se encuentren sesgados debido a que utilizan a voluntarios universitarios como sujetos de estudio que luego se extrapolan indebidamente al resto de la sociedad.

Un buen comentario a este artículo se puede encontrar aquí.

Mi otra conjetura es si una psicología basada en este tipo de metodologías es realmente una ciencia.

6 comentarios:

pablo porras dijo...

Ya sabes Gustavo, que tengo el honor de haber cursado estudios en las dos facultades, si bien en psicología sólo aguanté un año. Coincido contigo en mis dudas sobre el estatus científico de la psicología. en aquel momento la facultad estaba recien escindida de filosofía y los profesores abundaban en comentarios que trataban de disculpar la inmadurez científica de su disciplina. Es cuestión de tiempo, se decían y había , creo, mucho voluntarismo en sus palabras. Con todo los mas chalados, creemé, son los de exactas.

pablo porras dijo...

En cuanto a la rareza de los universitarios.Desde luego . Eso lo ha sabido siempre la sabiduría popular, con frases como . ese se pasó de listo . o se le secó la sesera de tanto leer. Russel explica porqué la profesión académica atrae a tanto raro. Y es que las extravagancias que en otros ramos no serían admitidas se dan por descontadas en los profesores. Esta extravagancias se contagian a los alumnos en un psiquismo enfermo, falto de sentido común.

pablo porras dijo...

Pero lo peor no son las extravagancias. Incluso éstas pueden ser útiles y divertidas. Lo peor es el aspecto maniático, paranoide que ofrecen muchos claustros. Me ha tocado ya pertenecer a unos cuantos y vienen a ser todos más o menos pequeños manicomios.

pablo porras dijo...

En cuanto a la rareza de los de bellas Artes creo que es más bien superficial, pintoresca. en general son gente sana, aunque inadaptada.

pablo porras dijo...

But I’m a creep, I’m a weirdo,
What the hell am I doing here?
I don’t belong here.
I don’t belong here.

Gustavocarra dijo...

Hola, Pablo, gracias por tus comentarios y gracias también por Raidiohead (me recuerda los buenos tiempos). Estoy casi de acuerdo que los más chalados son los de exactas, y los pocos que se salvan son -en mi experiencia- atractores de chaladas.

Estoy en un lugar con una conexión fatal. Seguiré comentando.