Próxima estación: matadero

Cartel de "El círculo del poder" (The Inner Circle) de Andrei Konchalovsky, 1991.

Puede usted creerme: si no fuera por los buenos ingenuos y confiados Ivanes como usted en nuestra tierra nunca hubiera habido un tirano, un asesino, un demonio...

No es la mejor cinta de Konchalovsky, pero siempre me ha impactado. Parece una recreación de "Crimen y castigo" con casi todos los elementos de la maldición Raskolnikoviana, comenzando por el cuartucho lóbrego. Personas inocentes y buenas caen en un mundo de intrigas palaciegas en el noveno sector (obsérvese los paralelismos dantescos, el noveno círculo) que les sobrepasa y que progresivamente va corroyendo su corazón.

En una escena magistral, la esposa del protagonista, Ivan Ganshin, Anastasia, insinúa que ha tenido relaciones sexuales con Stalin y que fruto de esas relaciones es el hijo que espera, pero el ingenuo de Ivan no comprende esas insinuaciones. Al abrir el Armario, Anastasia encuentra dentro un busto de Stalin que Ivan ha rescatado de una escuela bombardeada. Eso hace que Anastasia prorrumpa en carcajadas al imaginarse la escena del amante en el armario y el marido cornudo.

Anastasia va dando muestras progresivas de desequilibrio mental y se suicida ahorcándose. En la nota de suicidio pide que le entregue un jersey a la hija de sus vecinos represaliados por Stalin e internada en un orfanato, Katya, a la que Anastasia deseaba adoptar.

Katya hace finalmente las veces de Sonia en crimen y castigo, rescatando con su inocencia a Ivan, y cumpliendo sus deseos de paternidad y protección.

En fin, que hoy no puedo evitar sentirme identificado. En especial con las palabras de Iván:

¿porqué tiene que ser así? ¿porqué diablos tiene que ser así?