Curiosísima conversación anoche en todos los sentidos, pero en especial, sobre los excesos en la traducción que se perpetúan. Francamene, evité decirlo, pero ese casco tremolante de Héctor no lo cambiaría por nada del mundo. Aun hoy en día me pregunto porqué diablos temblaba el casco de aqueos y troyanos. Y luego, volveré a Alicante, a hablar de chorradas profundas... Así es mi vida.
miércoles, diciembre 30, 2009
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3 comentarios:
¿curiosísima? ¿eso es bueno o malo?
yo tampoco cambiaría lo de tremolante, che. Se me ha enfermado el coequiper y ando por los bares mataperreando. Supongo que es lo único que puedo hacer por estos lares. He empezado por los irlandeses.
Una rioplatense en Castilla
P.S. Ah, tremolante, porque los penachos se mueven en el aire (supongo)
jajaja, sinre... lo de mataperrear por los bares es un signo inequívoco de integración con el paisaje y el paisanaje.
Lo de que te tiemble el casco depende de qué casco se trate, pero si se mataperrea por los bares, mucho me temo que sin duda es bueno, jejeje.
La verdad es que los irlandeses dan mucho juego, San Patricio también es el patrón de Murcia XDDDD.
Un besote, sinre, y que disfrutes a orillas del Carrión. :)
Hola, en mi traducción dice: "Héctor el del casco palpitante". Me hice una idea de que era un hombre con mucha energía, imagina esas venas de la frente siempre en acción.
Un saludo.
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