Hacer converger a las personas, es un arte. Exige de dedicación, tiempo, y aparentes jugadas de sacrificio. Exige de honestidad, y dejar aparentemente de serlo. Durante ese tiempo se aprende mutuamente, se pulen las técnicas comunicativas, se eliminan los obstáculos. A veces hay que respirar hondo y arriesgarse. Otras, sencillamente, rezar. Pero merece la pena. Se aprende mucho.
Tati, he recibido tu mensaje. Te quiero muchísimo, siempre tan pendiente de mi... Se hace largo, pero estoy bien. Gracias a vosotros. Pero mudar la piel es dolorosísimo. Sobre todo, porque echas de menos alguna de las cosas que dejas atrás... Es casi un duelo.
jueves, octubre 29, 2009
La paradoja
Publicado por Gustavocarra en 7:28 p. m.
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