Música: Troisième Leçon de Tenebres, François Couperin.
Me temo que ya cayó la tarde. Chus me habló de este momento. La ''Noche oscura del alma'' lo llamaba ella. Querida Chusa, cuanto te echo de menos... Cuanto sabes de las lecciones insertas en los libros de la oscuridad... Defendamos nuestro leísmo sin tregua. Para mi, la tiniebla no es el dolor, es la tentación de la indiferencia. ¿Hay en tus manuales alguna receta para recuperar el júbilo, la inquietud, la certeza? No, ya lo sé. Chusa, no te defraudaré. Sabes quien soy, sabes que resucité de entre los muertos, cuando nadie creía en esa posibilidad, y como buen espíritu benéfico, te fuiste a otros lares a tender tu mano. Por ello puedes estar segura de que resistiré esta prueba, ignorando a mi corazón. Mantendré el candil en la tiniebla. Y brillaré más aún que la última vez. Recuérdamelo cuando coincidamos en la Tertulia, recuérdame otra vez qué es lo importante.
jueves, marzo 12, 2009
Oficium tenebrae
Cantata de Ocaso III
Publicado por Gustavocarra en 6:29 p. m.
Etiquetas: Couperin.
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