He estado decidiendo si compartía esto o no. Pero dado que solo somos "Pulvis et umbra" (últimamente más de lo último) llegué a la conclusión de que con mis digestiones no se mete ni cristo.
La pérfida albión no se conmiseró, y me arrojó sin contemplaciones esta pieza. Sin dudarlo un instante me metí en ella, me enfangué, y vertí profusas lágrimas ante la mirada de ternura de la soprano.
¿Porqué hemos hecho un mundo tan difícil?
martes, marzo 24, 2009
El castigo
Publicado por Gustavocarra en 10:43 p. m.
Etiquetas: Lasagna
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