Porque en ocasiones se debe tener el valor de no ceder ante el estancamiento. Porque por cómodos que nos sintamos, no podemos dejarnos ahogar por la repetición de costumbres y es perentorio encontrar un sentido y avanzar. Porque no valen falsas soluciones, ni ocultarse. A veces la única posibilidad es salir de la trinchera a pecho descubierto y dejar arder nuestro panteón particular.
No tengo miedo. Amanecerá sobre la misma tierra el mismo oro del Rhin, pero será un día diferente. Será un día de estos.
martes, marzo 24, 2009
Arde Walhalla
Fin de pentalogía
Publicado por Gustavocarra en 3:24 p. m.
Etiquetas: Osadías.
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