"En Comala comprendí/que al lugar donde has sido feliz/no debieras tratar de volver" Reza una cancion del maestro Sabina. Y andaba Yo rodando en esta frase, cifra de viajes, mientras no sé porqué se me vino a la cabeza, en caprichosa asociación, con armónica a lo Dylan de fondo, la historia de la estrella mas grande del Universo, que es casi nuestra vecina, y que por culpa de su inmensa masa esta a punto de inundarnos de luz y abolir la noche durante unos dias. Dicen que este tipo de estrellas son pura generosidad: abundantes al comienzo de la historia del universo, extendieron por doquier elementos esenciales para posibilitar la vida despues de una rapida autodestruccion, y asi desbordarse en incontables existencias como la de los lectores de este articulo . Un pelín de masa menos, y la promesa de vida se invierte en un sumidero donde las historias son imposibles más allá de un cierto horizonte. Ya no queda otra posibilidad que consumirse en la parálisis. De verdad que me gustaria saber de que estrella sali, cual fue el horno que fraguo mi carne y el bosque molecular donde reside la fabrica de mis sueños. Darle nombre, fabularme como vibracion y velocidad en busca de una posibilidad a punto de ser proyectada de un viaje inconcebible hacia el orden. Creo tener algo en mi de esa naturaleza generosa difusiva sui que me genero y poder despertar, perdonando peripecias, la esperanza de acabar en un tremendo brillo. Ulises volvio a casa. La memoria dejó arada a un margen de los ojos tentaciones y peligros. Ulises sigue atado a las tentaciones, pero deja que empuje las velas por el otro extremo de la cuerda. Y solo dejo a los lectores, al final, la posibilidad de que me ayuden a elegir: Sabina o Ulises. Espero.
Nota: Lamentablemente, a día 27 de agosto de 2007, Sabina puja mucho más que Ulises. Es una pena.
viernes, julio 20, 2007
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