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Cinco años de Don Quijote

Este blog, como su nombre indica, es el registro de un periplo personal, una bitácora.

Hace cinco años comencé una etapa diferente en mi vida, y me planteé llevar un registro. Precisamente porque se trata de un camino, todas las opiniones que vierto son provisionales, un intento de comprender y recapitular. También es un experimento literario. Algunas de las personas a las que me refiero son reales. Otras son en realidad una mezcla de referentes, de varias personas distintas que me permiten crear un arquetipo con el que dialogar. Es un poco como Pirandello y Unamuno.

Con ese velo puedo reconstruir mis momentos emocionales, aquello que me ha inspirado y preocupado durante estos cinco años y ponerlos en perspectiva. Creo que ha sido una experiencia muy bella, y la dejo aquí para disfrute de todos.

Hasta siempre.


lunes, febrero 15, 2010

El tono de voz



Pitangus sulphuratus, Conocido como "bicho feo" en Argentina.


Mis queridos alumnos:

Puesto que estáis de exámenes, y que no serán precisamente fáciles, aprovecho esta semana para hablaros de un paper que me lleva a algo personal. Existe en casi toda América un avecilla, que según el país llaman "bicho feo" o "bienteveo". En Argentina era el pajarillo que me despertaba. Ahora bien, cuando los argentinos le llamaban "bichofeo" por la interpretación onomatopéyica de su canto, lo decían con un tono burlón cercano a la entraña. No creo en absoluto que "bicho feo" fuera despectivo para ellos, ¿no, sin remedio?

El matiz afectivo de los recuerdos lo es todo. Lo pone de manifiesto este curioso paper:Annett Schirmer (2010): «Mark My Words: Tone of Voice Changes Affective Word Representations in Memory» PLoS ONE, 5(2): e9080. doi:10.1371/journal.pone.0009080.

Como sabéis de las clases de lingüística, una gran cantidad de información se transmite en la forma en que se modula y percibe el tono de voz. Lo tiñe de matices afectivos. Existen recuerdos a los que no accedemos con viveza ni frecuencia, pero que nos influyen. Otros recuerdos los sepultamos. Y en definitiva, un antiguo amor es una mezcla compleja de una modulación de la voz deliciosa mezclada con vivencias, tal vez dolorosas. Por ello es tan paradójico e intrigante.

Una gran parte de nosotros es prosodema y lingüística inmanente. Una gran parte de nosotros es erosión, arrastre y sedimentación. Una gran parte de nosotros es apilamiento de conglomerados.

Un mismo pajarito puede ser bicho feo o bienteveo.

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