Si, Pablo. Estaba en crisis, es decir, en mi estado habitual, como bien dices, desde que nos conocimos hace mucho tiempo. Pero era por una buena causa, inmejorable.
Rafa también me conoce demasiado. No voy a cerrar este blog. En realidad, lo que ha pasado esta semana me dice que nuevamente he detectado la corriente principal. Juas... También Tris está a toda máquina. Pablo: lo he vuelto a hacer. Sigo en la cresta de la ola, sigo arriba del todo. Y te aseguro que me tortura, porque me gustaría ser como mis hermanos, con su vida estable y sus hijos.
Pero ha habido víctimas de esto. Y tal vez, en realidad, la víctima sea yo. He sacrificado lo que más quería. Pero era una carrera que tu y yo conocíamos de antes, solo que yo vengo con el culo pelado. En el momento de hundir el puñal en la víctima propiciatoria, lloré y me morí. Es lo que les pasa a los corderos con su silencio.
¡Y pensar que me llamó cobarde!
Nada, ahora se quedará atrás en su infrarrealidad timorata.
domingo, noviembre 29, 2009
Sopas con honda
Publicado por Gustavocarra en 5:58 p. m.
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