Obligatorio leerlo con la música de Ingrid Michaelson a partir de la segunda mitad del post
Carmen y Yo tenemos desde hace muchísimo tiempo lo que llamo "conexión céltica". Dado que ella vive en la Costa da Morte, debe haberla acentuado. Siempre me refería a Carmen con el apelativo cariñoso de "tati", pero alguien muy importante para mi la rebautizó como "sequoia" (sin pretenderlo). Y me gustó tanto la imagen que, tras la perceptiva consulta estas navidades, -me dijiste que también gustaba- desde entonces, eres mi sequoia. Es la imagen fuerte e inmortal de que si alguien dice que no es posible una verdadera amistad, desde el principio, entre un hombre y una mujer, una amistad estrecha y durante muchos años, todavía la mayoría, de estricto trato diario, se equivoca de medio a medio. Una década larga de nuestras vidas es muy tozuda. Y hemos tenido la virtud de que nuestras respectivas parejas jamás han dudado ni interferido. Luego probatus est.
Carmen es una mujer muy hermosa, por dentro y por fuera. Y puesto que comencé a hablar de la "conexión céltica" te diré que tu mensaje me llegó casi al mismo tiempo que mostraba las fotos que nos hicimos estas navidades a quien, sin pretenderlo, la rebautizó.
Carmen: ¿Podemos hacer la cuenta de cuanto cariño, apoyo y confidencias nos hemos hecho? ¿De cómo nos hemos servido de faro en la oscuridad? ¿De cómo hemos compartido dicha y alegrías? ¿Podemos gritarle al mundo, al límite de nuestras fuerzas, que no sólo es posible esta amistad, sino que merece la pena y que nos compadecemos de los escépticos que se niegan esta posibilidad? Atendiendo a tu mensaje, vamos a hacerlo de un modo práctico, para que se enteren de qué va la fiesta. Creo que te voy a pasar privilegios de administración para que completes una serie en este mismo blog. Sólo te pido que si nos referimos a alguien, lo hagamos con nuestras claves particulares.
Por cierto, Carmen, en espera de tu respuesta, he retirado cierto material asaz cursi. Derecho a borradores. Si es que uno se deja llevar y no puede ser. Antes empacho de chicharros que mala literatura.
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